Casi todo es otra cosa

Columna semanal publicada en el periódico "Últimas Noticias" de Ciudad Victoria, Tam., y otras cosas que se me ocurren en el camino. Por Elin López León de la Barra.

27 abril 2006

LOVE

Poco más de un año después de haber anunciado sus planes, el Cirque du Soleil presentará este verano, en conjunto con Apple Corps Ltd., un espectáculo musical basado en el legado musical de Los Beatles: LOVE. Por supuesto, al hablar del Circo del Sol, la fórmula “espectáculo musical” describe solamente una parte de lo que en realidad sucederá en escena, ya que sus producciones se caracterizan por ser multidisciplinarias, combinando música, danza, acrobacias, teatro y las artes circenses en pleno; así como por un uso creativo del vestuario, maquillaje y principalmente, del cuerpo y sus posibilidades como instrumento de expresión artística.

Sin embargo, la participación de Apple Corps Ltd., la compañía de los Beatles (colaboración posible gracias a la amistad entre George Harrison y Guy Laliberté, fundador del Cirque Du Soleil) asegura una experiencia única. Según los compositores Sir George Martin y Giles Martin, la idea es lograr una sensación similar a la de asistir a una presentación en vivo del cuarteto de Liverpool. Basados en las grabaciones originales realizadas en los estudios Abbey Road, crearon un collage de las canciones más populares del grupo y otras menos conocidas, con el fin de brindar un panorama completo de su obra, buscando transmitir la frescura e irreverencia de la banda.

LOVE se presentará en el hotel Mirage de Las Vegas, Nevada, para lo cual se está construyendo expresamente un teatro con un escenario circular, sonido surround y pantallas panorámicas. El gran estreno está programado para el 30 de junio, con funciones en pre-estreno a partir del 2 del mismo mes. Más de 60 artistas en escena presentarán una combinación de música, deportes extremos, baile y las acrobacias aéreas que son el sello de la casa, en un espectáculo que se anuncia como un derroche de “cruda energía juvenil”, una experiencia “vívida, íntima y poderosa”.

El Cirque du Soleil, fundado en Québec a principios de la década de 1980 por Guy Laliberté (tragafuegos y artista callejero que, al frente de un puñado multidisciplinario de artistas independientes, ha logró su sueño de llevar el concepto del circo a nuevas esferas, creando un lucrativo emporio), cuenta actualmente con varios espectáculos fijos (KÁ, Mystere, “O” y Zumanity en Las Vegas, y La Nouba en Orlando, FL), seis espectáculos en gira (Alegría, Corteo, Dralion, Saltimbanco, Quidam y Varekai) en su Gran Carpa, y un espectáculo musical, Delirium. El año pasado, Saltimbanco se presentó en las tres ciudades más importantes de nuestro país, de hecho con tanto éxito que se programó una segunda temporada en el Distrito Federal.

A lo largo de estos más de 20 años de existencia, el Cirque du Soleil no ha dejado de sorprender a sus espectadores con un despliegue de creatividad y talento que empuja las fronteras de la imaginación. Impresiona la fuerza y elegancia de los movimientos, la gracia de los artistas. Y al presenciar Saltimbanco, me encantó darme cuenta de que, en esta época de los X – Men, los Cuatro Fantásticos y tantas otras hazañas de los efectos especiales, todavía niños y adultos pueden maravillarse ante las, estas sí, verdaderas proezas de las que es capaz el cuerpo humano, gracias a años de disciplina y esfuerzo.

Aunque todavía no imagino cómo los deportes extremos pueden ser el vehículo para dar vida a las canciones clásicas de los Beatles, no me queda la menor duda de que estos creadores encontrarán formas sorprendentes de transmitir la magia del legendario grupo, y asombrarnos una vez más.