Casi todo es otra cosa

Columna semanal publicada en el periódico "Últimas Noticias" de Ciudad Victoria, Tam., y otras cosas que se me ocurren en el camino. Por Elin López León de la Barra.

06 abril 2006

Cámaras de maravillas

En su libro La cámara de maravillas (U. de G. / Ediciones Arlequín, México, 2003), Alberto Chimal habla de estos recintos, populares entre reyes y nobles durante el Renacimiento. Las Wunderkammen eran habitaciones "acondicionadas especialmente y reservadas para sus tesoros o, más precisamente, para sus rarezas". Todo lo imaginable (y algunas cosas inimaginables) cabía en estas cámaras, desde animales exóticos disecados, libros raros, piedras preciosas, esculturas, reliquias de lugares y tiempos lejanos y extraños... "El propósito era la edificación a través de la sorpresa, o la ostentación de grandes viajes, o la posibilidad de verificar la profusión del mundo. Muchas cámaras, en verdad, eran un planeta en miniatura: una visión a escala de todo lo portentoso que por entonces era nuevo, recién descubierto o aprendido, en la conciencia de Occidente".

Lo anterior viene a cuento porque me parece una buena metáfora de lo que es un blog. El término, abreviatura de weblog (bitácora en línea), se refiere a un sitio web (personal o colectivo) que es actualizado de forma periódica y en el cual los textos o artículos son ordenados cronológicamente, generalmente con un tema en particular. Existen blogs sobre ciencia y tecnología, arte y cultura, política, deportes, actualidad, en fin, cualquier tema que ataña al ser humano. Y por supuesto, uno de los giros más populares son los blogs personales, aquellos que hablan de la vida cotidiana de quienes los escriben y nos muestran su muy particular visión del mundo.

Mediante servidores gratuitos como Blogger, cualquier persona con un mínimo de conocimiento sobre internet puede iniciar su propia bitácora y unirse a este movimiento de proporciones mundiales, que vino a suplir en gran medida al boom de páginas personales de hace una década. Es la llamada democracia de la red, donde todos podemos escribir y (al menos en teoría) cualquiera puede tener acceso a nuestros textos. Podemos mostrar al mundo aquello que nos parece admirable, bello, maravilloso, raro (o tal vez reprobable, indignante), y a través de ello, darnos a conocer nosotros mismos. Podemos hablar de nuestras vidas y sentimientos, de nuestro entorno, transcribir poemas o textos, noticias de aquí y allá, escribir textos literarios, quejarnos, hacer recomendaciones, compartir información, imágenes, ideas, pensamientos...

Esta mezcla entre cámara de maravillas y bitácora personal es lo que constituye un blog y le da vida. Muchos artistas e intelectuales los utilizan como medio de divulgación y/o expresión: gente tan diversa como Cristina Rivera Garza, Noah Chomsky y Guillermo Fadanelli, por citar algunos. En Tamaulipas podemos encontrar ejemplos como Pesinismo.

En México, como en diferentes partes del mundo, se realizan reuniones de “blogueros”, gente que lee escribe y lee las bitácoras y comparte de esa manera un mundo poblado de imágenes y palabras, aficiones comunes, ideologías.

Porque la “blogsfera” es un terreno fértil para el debate y la creatividad. La horizontalidad inherente a la red facilita la discusión y el intercambio de ideas. Además, es fácil quedar enganchado y moverse de bitácora en bitácora, siguiendo las ligas y el flujo de las ideas.

Para cerrar con las palabras de Chimal: "…las mejores cámaras de las maravillas eran las que reflejaban la sensibilidad de quien escogía y guiaba su desorden (placer sin culpa, curiosidad, fascinación), porque esa sensibilidad era un signo inequívoco de vida: movimiento del alma".