Casi todo es otra cosa

Columna semanal publicada en el periódico "Últimas Noticias" de Ciudad Victoria, Tam., y otras cosas que se me ocurren en el camino. Por Elin López León de la Barra.

26 abril 2007

Una luz de San Pablo Guelatao

Escribir una biografía puede ser una empresa titánica. Máxime si se escribe en verso. Para Arturo Carrasco Bretón, el resultado de doce años de investigación fueron más de 1900 versos que ocupan setecientas y tantas páginas, donde, con el pretexto de dar a conocer detalles de la vida de Benito Juárez, hace un recorrido por la historia de nuestro país y un retrato de los héroes nacionales del siglo XIX.

El pasado jueves en la sala María del Pilar del Museo Casa Mata, organizada por la Sociedad Tamaulipeca de Historia, Geografía y Estadística de Matamoros A. C., se llevó a cabo la presentación del libro Una luz de San Pablo Guelatao. El autor estuvo acompañado de diferentes autoridades y personalidades del mundo intelectual de la ciudad, así como del Ing. Andrés Sánchez – Juárez, tataranieto del Benemérito de las Américas.

Carrasco Bretón tiene una misión: rejuarizar México. Con esta intención fue invitado a presentar su obra en la Cámara de Diputados y posteriormente en diferentes foros a lo largo de la República, desde Tijuana hasta Villahermosa.

En Matamoros fui testigo de la pasión que experimenta por los ideales juaristas y por nuestra historia, así como por la literatura, especialmente por la poesía. En la presentación destacó no solamente los logros políticos de Juárez, sino su faceta humana. Fue una de esas exposiciones memorables que logran contagiar al oyente con la emoción del investigador (tanto así que se terminaron los ejemplares que había disponibles para venta y se tuvo que hacer una lista de solicitudes para adquirir el libro).

Agradezco profundamente a la maestra Rosaura Dávila por su amable invitación a asistir a este evento y felicito a la Sociedad Tamaulipeca de Historia, Geografía y Estadística de Matamoros por su interés en difundir el ideario del hombre que ha sido calificado como “el mexicano más universal”.

En otro orden de ideas. Desde esta columna quiero hacer un reconocimiento a los miembros del Club de Lectura Aureolas, que para conmemorar el Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor, realizaron una lectura en voz alta de Cien años de soledad el pasado domingo. Libertad García de Danwing, Carmen Campos, Armonía Chávez, Teresa González de Valle y Lucy Asúnsolo, organizaron una lectura cálida, emotiva, divertida e interesante que atrajo a lectores y visitantes ocasionales por igual. Felicidades a ellas y un agradecimiento a todos aquellos que respondieron a la invitación leer un fragmento de la obra máxima de Gabriel García Márquez.

Y por último, les recuerdo que el viernes se inaugura la VIII Feria Nacional y Universitaria del Libro, con la participación de editoriales como Alfaguara, el Fondo de Cultural Económica, Océano y Tusquets, e instituciones culturales y educativas de Aguascalientes, Coahuila, Veracruz y por supuesto Tamaulipas, el Instituto Politécnico Nacional, el Colegio de la Frontera Norte y más. Estará instalada en la Explanada del Centro Cultural Tamaulipas y mañana en punto de las 19:00 horas se presentará el libro Cuentos completos del maestro Guillermo Samperio, a cargo de la maestra Laura Casamitjana de la Hoz y el periodista Ambrocio López Gutiérrez, con la presencia del autor.

La Feria (con sus diferentes actividades artísticas y literarias) permanecerá abierta hasta el domingo 6 de mayo, los esperamos.

19 abril 2007

Patriarca con mariposas amarillas


“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. La frase está llena de evocaciones, de nostalgia. Pero también es la promesa de una historia maravillosa, el recuento de la saga de una familia y un pueblo, Macondo, espejo de todo un continente.

Este año se celebran 40 años de la publicación de la novela Cien años de soledad y el cumpleaños número ochenta del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Sumados al 25 aniversario de que la Academia Sueca le concediera el Premio Nobel de Literatura (1982), este año tenemos más pretextos que nunca para celebrar al escritor y su obra. El pasado 6 de marzo, día del cumpleaños del escritor, cañonazos resonaron desde Aracataca, Colombia, su pueblo natal, hasta la Ciudad de México, donde reside desde la década de 1960.

Porque Gabo ha estado profundamente ligado a nuestro país desde esa época, en que decidió establecerse aquí después de vivir en Nueva York como corresponsal de la Prensa Latina. Y también su obra: aunque Aracataca, su pueblo natal, ostenta un letrero que dice “Bienvenidos al mundo mágico de Macondo”, y evidentemente la historia está llena de ecos de la infancia del escritor, de los recuerdos de su tierra; cabe recordar que la novela fue escrita en México y el mismo García Márquez declaraba recientemente que imágenes como la elevación de Remedios la Bella y las mariposas amarillas que seguían a Mauricio Babilonia, se inspiraron en una visita que realizó en aquella época al estado de Michoacán.

En su discurso en la apertura del IV Congreso de la Lengua Española, donde se le rindió homenaje, García Márquez comentó: "Ni en el más delirante de mis sueños, en los días en que escribía Cien Años de Soledad, llegué a imaginar que podría asistir a este acto para sustentar la edición de un millón de ejemplares. Pensar que un millón de personas pudieran leer algo escrito en la soledad de mi cuarto, con 28 letras del alfabeto y dos dedos como todo arsenal, parecería a todas luces una locura […] Los lectores de Cien Años de Soledad son hoy una comunidad que si viviera en un mismo pedazo de tierra, sería uno de los veinte países más poblados del mundo. No se trata de una afirmación jactanciosa. Al contrario, quiero apenas mostrar que ahí está una gigantesca cantidad de personas que han demostrado con su hábito de lectura que tienen un alma abierta para ser llenada con mensajes en castellano. El desafío es para todos los escritores, todos los poetas, narradores y educadores de nuestra lengua, para alimentar esa sed y multiplicar esta muchedumbre, verdadera razón de ser de nuestro oficio y, por supuesto, de nosotros mismos”.

Tiene razón, claro está. Los lectores somos quienes agradecemos esa dedicación del escritor. Y hoy, como siempre, para García Márquez, patriarca de los escritores latinoamericanos contemporáneos, no hay mejor homenaje que leerlo, para sentir como se posan suavemente en nuestros hombros un millar de mariposas amarillas.

En otro orden de ideas.
Para sumarse a estos festejos en torno a García Márquez y a los del Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor, el Club de Lectura Aureolas organiza una lectura en voz alta de Cien años de soledad. Será en la Explanada del Centro Cultural Tamaulipas a partir de las 6 de la tarde, y todos los lectores son bienvenidos para una tarde de historias y jaranas.

Por otro lado, el lunes continúa el programa de lectura en voz alta Leo… luego existo, organizado por el ITCA y la UAT. En esta ocasión se presentará la actriz Regina Torné, quien leerá poemas de Jaime Sabines y fragmentos de Como agua para chocolate de Laura Esquivel. La cita es este lunes 23 de abril a las 19:00 horas en el Museo Regional de Historia de Tamaulipas (22 Allende esquina). Como de costumbre la entrada es libre, los esperamos.